El mantenimiento de jardines en Marbella conlleva un conjunto de trabajos que requieren destreza y el uso de los productos y utensilios adecuados para conseguir resultados óptimos. Muy ligado a la conservación de los jardines está el diseño de los mismos. En este aspecto, se hace fundamental contar con la ayuda de profesionales cualificados.
Para mantener un jardín limpio y vistoso es imprescindible la eliminación de las malas hierbas. Estas malas hierbas crecen con mucha frecuencia, por lo que su erradicación se convierte en un trabajo continuo. Además del correcto uso de herbicidas, se puede contribuir a mantener el jardín libre de malas hierbas cubriéndolo con una malla antihierbas o bien con grava o corteza de pino.
Los setos, por su parte, son un tipo de plantas que suele dar un aspecto elegante a cualquier jardín. Son plantas que, además, pueden ser esculpidas con atractivas formas. Pero, por supuesto, requieren que permanentemente esté prestándoseles atención para que puedan adornar el jardín con un toque distinguido. En este sentido, la poda de los setos desempeña un papel muy importante. Se pueden diferenciar varios tipos de poda, como la de sustento, la de renovación y la radical. La primera de las mencionadas supone un corte en los brotes más nuevos de unos 10 o 15 centímetros. Esta poda da un especial vigor al seto. La segunda de las podas se realiza una vez al año durante el invierno y, dependiendo del tipo de seto, será más intensa o más ligera. Por último, la poda radical supone una severa mutilación que facilita el rejuvenecimiento de los setos.
El abonado es otro de los aspectos fundamentales para llevar un correcto mantenimiento de jardines en Marbella. Las épocas ideales para hacerlo son finales del invierno y los primeros días del otoño. El uso de un abono de tipo orgánico podrá dar a las plantas un aporte especial de nitrógeno, azufre, fósforo y magnesio.
La prevención y contención de plagas y enfermedades no podía faltar en el catálogo de los trabajos que deben llevarse a cabo rutinariamente en un jardín. Para prevenir estas plagas es muy importante ejecutar un abonado y un riego correctos, puesto que si el abono que se utiliza no es equilibrado y aporta más nitrógeno de la cuenta, eso puede favorecer la aparición del pulgón. Y si las plantas reciben un exceso de agua, puede favorecerse la aparición de hongos en las raíces. Realizar estas tareas correctamente es un trabajo muy delicado que requiere un perfecto conocimiento de las plantas y de los componentes que deben utilizarse para su abonado.
Hay otros aspectos, como la instalación de riego automático o el corte regular del césped, que complementan las labores necesarias en cualquier jardín.
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